Energético Para El Autoconsumo

Almacenamiento energético para el autoconsumo: funcionamiento y tipos

Las baterías son la mejor opción para realizar un proyecto de autoconsumo fotovoltaico que sea total o parcialmente independiente de la red eléctrica, tanto a nivel industrial como residencial. Esto es así porque los picos de producción y de consumo no siempre coinciden, ya que el rendimiento de las placas está sujeto a las condiciones meteorológicas y a la presencia de luz solar.

Es en esos momentos cuando los acumuladores entran en juego, dado que almacenan el excedente energético de la producción para poder consumirlo después, cuando la instalación no esté produciendo electricidad.

En este artículo vamos a conocer y a entender cómo funcionan las baterías y cuáles son los principales tipos.

Funcionamiento de las baterías 

Compuestas por celdas electroquímicas, las baterías se encargan de transformar la energía química en electricidad a través de una corriente que circula por electrolitos de un cátodo positivo a otro negativo, creando así un flujo de electricidad en su interior.

Siempre que su uso y mantenimiento sean correctos, las baterías pueden tener una vida útil de aproximadamente 10 o 20 años según su tecnología y características. Durante todo este tiempo será posible un aprovechamiento máximo de la energía generada por las placas solares.

Aunque los sistemas de almacenamiento energético incrementan el coste inicial del proyecto, permiten un mayor aprovechamiento de la producción fotovoltaica y una menor dependencia de la red. Todo ello contribuye a ahorrar en la factura eléctrica.

Diferentes tipos de baterías

Desde la aparición de este tipo de sistemas, han existido dos tipos de tecnología que han dominado el mercado: las baterías de litio y las baterías de plomo-ácido. Las primeras suelen ser las más utilizadas debido a su menor coste, mayor densidad energética, menor tasa de autodescarga, vida útil más prolongada y mayores facilidades de mantenimiento, entre otras.

Además de estos dos que ya hemos mencionado, existen diferentes tipos de baterías que se pueden implementar en un proyecto fotovoltaico según sus características, su coste y la capacidad de la instalación. Algunas de ellas son:

  • Batería estacionaria

Son baterías con una larga vida útil, ideales para instalaciones en las que se requiere un consumo diario durante largos periodos de tiempo. También se caracterizan por contar con altos valores de descargas profundas. Éstas se pueden dividir en baterías de Plomo-Ácido (OPzS) y de Gel (OPzV).

  • Monoblock o de plomo ácido

Son sistemas aptos para pequeñas instalaciones solares debido a su capacidad que solo alcanza los 800Ah.

  • AGM

Las baterías Absortion Glass Mat (AGM) son una tecnología que permite a las placas de plomo de los acumuladores absorber más rápido y mejor el ácido. No requieren de mantenimiento gracias a su diseño y son capaces de soportar un gran número de ciclos.

  • Baterías de Litio

Generalmente tienen un menor tamaño y su instalación es muy sencilla, por lo que resultan perfectas para proyecto de autoconsumo residencial

Tienen por lo general un tamaño menor y son de fácil instalación, entre otras ventajas, que las hacen ideales para el sector residencial en proyectos donde se cuenta con poco espacio para ubicar las baterías. Además, su efecto memoria es mínimo, por lo que podrían descargarse casi al 100% sin que la batería sufra.

  • Baterías de ciclo profundo

Son sistemas diseñados especialmente para usarse a diario ya que tienen un ciclo de utilidad de hasta 7 años, aproximadamente. Estas baterías son muy útiles en proyectos donde se necesitan descargas continuas y potentes.

  • Baterías GEL

Este tipo de baterías contienen el electrolito gelificado y no desprenden gases nocivos, por lo que son aconsejables en lugares con poca ventilación. Son dispositivos de gran durabilidad que no requieren casi mantenimiento.

 

Con la mejora tecnológica que han experimentado estos sistemas en los últimos años y los nuevos avances que irán llegando, se puede afirmar sin lugar a duda que la incorporación de baterías en proyectos solares será la respuesta definitiva para lograr una completa independencia energética en el futuro.