Antes de profundizar en este tema, es importante aclarar algunos conceptos básicos, como por ejemplo, explicar qué es un inversor fotovoltaico.

El inversor es el elemento central de una instalación de autoconsumo solar y su función es muy sencilla pero muy importante: se encarga de transformar la corriente continua (CC) que producen los paneles en corriente alterna (CA) que pueda utilizarse para abastecer los aparatos eléctricos de la vivienda o negocio.

Por lo tanto operan como el cerebro de la instalación, monitorizando en todo momento las condiciones de trabajo de los paneles y actuando si en algún momento su funcionamiento falla y hay que adaptar la producción de electricidad a las necesidades particulares de consumo.

Tipo de inversores 

Una vez dicho esto, podemos meternos en materia. Es posible distinguir hasta 3 tipos de inversores según su aplicación: encontraríamos los centrales (o de cadena/string), los microinversores y los optimizadores. 

En el caso de los optimizadores su única diferencia con un microinversor se basa en que necesitan de un inversor central para funcionar. Aclarado este punto, a partir de ahora nos centraremos solo en los 2 primeros tipos.

Entre un inversor central y un microinversor, la diferencia principal es la cantidad de paneles solares que son capaces de gestionar. Por lo tanto, mientras que el inversor central se encarga de manejar a todos los paneles solares instalados en una sección, el microinversor puede monitorizar cada uno de ellos de manera individual o por parejas, con el objetivo de dar una información más detallada de cada componente.

Ventajas e inconvenientes de escoger entre inversor o microinversor 

Los inversores centrales o en cadena son una buena opción tanto para viviendas como edificios residenciales o comerciales, siempre y cuando no tengan grandes problemas de sombreado y orientación. De base no produce menos electricidad que un microinversor pero si algún panel falla o recibe más sombras toda la cadena se verá afectada, ya que su conexión y funcionamiento es en serie.

Los microinversores son más eficientes en este aspecto ya que al ser los paneles independientes unos de otros y recibir información individual de cada uno, los fallos que se puedan producir solo afectan de manera aislada y no a toda la instalación. Además, las instalaciones con microinversores pueden tener distintos tamaños, con la posibilidad de aumentarlas en el futuro, ya que no es tan necesario tener en cuenta la orientación de los paneles para conseguir la máxima efectividad.

Por lo tanto, a la hora de elegir entre uno u otro es necesario tener en cuenta las características de la instalación como la orientación, las sombras y la disponibilidad de espacio en el tejado. El presupuesto también es un factor a tener en cuenta ya que aunque los microinversores son más robustos y eficientes su coste también es mayor.

La importancia de un buen equipo 

Junto a los paneles fotovoltaicos, los inversores son equipos imprescindibles para cualquier instalación de energía solar, sea o no de autoconsumo energético. Es por eso que siempre hay que optar por las mejores opciones y materiales del mercado para alargar la vida útil y eficiencia de los equipos.