A la hora de plantearse realizar una instalación fotovoltaica una de las muchas dudas que pueden surgir es si existe una época idónea para realizar el proyecto.

Normalmente se suele pensar que el verano es ideal para colocar paneles solares, por la cantidad de horas de luz diarias. Es un error muy común, ya que las placas fotovoltaicas lo que necesitan realmente es la radiación solar y no el calor. Además, las altas temperaturas pueden dificultar el trabajo de los operarios.

Entonces, ¿cuál es el momento idóneo para llevar a cabo una instalación? Ante todo, hay que tener presente que los paneles son rentables y producen electricidad, en mayor o menor medida, durante todo el año. No obstante, en este artículo repasamos los pros y los contras de realizar este proyecto en las distintas estaciones.

Invierno vs. verano

Como ya hemos comentado, una instalación fotovoltaica funciona durante todo el año, independientemente de las temperaturas u horas de luz totales que reciba a lo largo del día.

En invierno, por ejemplo, los días son más cortos y es posible que la producción de electricidad sea menor. Sin embargo, las placas corren menor riesgo de averiarse debido a un exceso de calor.

Por otro lado, en verano, aunque el sobrecalentamiento puede reducir la eficiencia, la producción suele ser la más alta del año gracias a las más de 15 horas diarias de luz solar que recibimos.

Otoño y primavera, las estaciones óptimas

En España tenemos la suerte de disfrutar de periodos largos de sol durante todo el año, por lo que se mantiene una producción estable de energía solar, y en la primavera y el otoño encontramos temperaturas más suaves y suficientes horas de luz. Estos factores convierten a dichas estaciones en las épocas perfectas para plantearse una instalación.

Además, mientras que en verano las empresas instaladoras se encuentran desbordadas, en temporada baja podemos encontrar precios más asequibles y tiempos de entrega más rápidos para los proyectos.

¿Y por qué es rentable instalar paneles solares?

Por regla general, una instalación fotovoltaica ayuda a reducir los costes eléctricos entre un 50% y un 80% durante todo el año. Todo esto teniendo en cuenta que el precio de los paneles se ha reducido considerablemente en los últimos años debido al auge de esta

tecnología.

Actualmente podemos decir que nos encontramos ante un escenario ideal para apostar por las energías renovables, y es que las instalaciones fotovoltaicas son ahora más rentables que nunca, con una inversión que se amortiza en unos cinco o seis años.